Con su envolvente encanto colonial y su belleza semidesértica es que Cadereyta se ha convertido en un pueblo mágico digno de visitar. Esta zona cuenta con ecosistemas variados, brindando características distintas al suelo y permitiendo realizar diferentes actividades. Es por lo anterior que cerca de sus tierras se encuentran minas de mármol y cascadas para visitar, así como existen viveros y jardines dedicados a la cactácea y bosques para acampar.
Para conocer mejor el pueblo es muy recomendable pasear por sus hermosas calles montando una bicicleta, de esta forma se puede recorrer cualquier rincón de Cadereyta. Durante este recorrido se debe pasar por los distintos templos y parroquias, que además de etérea belleza, cuentan una particular historia local; el lugar perfecto para terminar es la Plaza Principal, para así poder caminar un rato entre sus atractivos.
Antes de dejar este sitio, es un requisito conocer tanto el Parador Artesanal como los restaurantes locales, el primero para observar las piezas tradicionales y el segundo porque si no se prueban las creaciones del pueblo es como no haberlo visitado.