Casi todo México conoce a este increíble lugar como la ciudad amarilla o el lugar de la pirámide, pero es mucho más que eso, Izamal es emblemático por su desbordante cultura, su gran transición histórica y, por supuesto, por su resguardo de tradiciones y naturaleza.
Quienes visitan este lugar quedan fascinados por su impactante belleza, tanto arquitectónica como natural, al igual que por el ambiente cultural y tradicional que guarda en su interior. Entre sus calles se pueden encontrar una gran variedad de edificaciones religiosas, cada una en honor a un santo venerado por los habitantes. Casi al centro del pueblo se puede visitar la famosa pirámide de Kinich Kak Moo, dedicada al sol por los pobladores prehispánicos, desde su cima se puede admirar todo desde una nueva perspectiva. Sus calles pueden ser admiradas por el día y la noche, ya que cada recorrido brinda un encanto distinto al pueblo, de día con sus amarillas paredes iluminadas por el sol y de noche por luces artificiales que brindan un espectáculo de proyecciones a los espectadores.
Para conectar con la naturaleza es muy recomendable visitar los alrededores de Izamal, pues en ellos existen todo tipo de terrenos para admirar la flora y fauna, desde cenotes hasta pantanos.