Reconocido y admirado es el pueblo mágico de Tepoztlán, pues entre sus tierras encierra tradiciones ancestrales, al igual que belleza natural y arquitectónica. Su punto focal es el imponente Tepozteco, el cual puede ser admirado desde cualquier punto del pueblo. Entre sus historias se escuchan menciones a sus antiguos rituales de adoración, ceremonias de purificación y viajes para recargar energía.
Sin duda subir hasta la cima recompensa el reto que representa recorrerlo, ya que se puede visitar la zona arqueológica que alberga este lugar, al igual que obtener una vista impresionante de Tepoztlán desde su punto más alto.
Para conocer aún más sobre su pasado prehispánico existen dos museos, uno en el pueblo y otro a las afueras, en Amatlán, donde se pueden observar colecciones arqueológicas donadas por sus antiguos dueños.
Otro museo a visitar se encuentra en el interior del Templo y Ex Convento de la Natividad, en su interior se exhiben piezas y se cuentan historias pertenecientes al pueblo. En este lugar también se debe apreciar la antigua arquitectura y su adornado atrio, pues éste es decorado con distintos diseños en semillas, los cuales cambian una vez por año.
Viniendo de tradiciones milenarias no es sorpresa que entre sus atributos encontremos los temascales, los masajes de sanación y el contacto con la naturaleza. Para de conectar con la tierra se encuentran el avistamiento de especies, la caminata entre su flora y actividades más arriesgadas como el rappel.