Zimapán es un pueblo mágico digno de su nombre, entre sus tierras y alrededores se desenvuelve una atmósfera única y mística, la cual brinda a los visitantes una experiencia que jamás olvidarán. En esta zona se encuentran maravillas naturales capaces de dejar a más de uno con el ojo abierto, sin mencionar las llamativas construcciones religiosas e historias que aquí se ocultan.
Para aquellos con gusto por la adrenalina y las emociones fuertes existen paisajes que no sólo roban el aliento, sino zonas exclusivas para realizar actividades de ecoturismo, como rappel, senderismo e incluso tirolesa. Igualmente se pueden visitar cañones impactantes, como el Cañón del Infiernillo y el Cañón de San Cristóbal y las adjuntas, o zonas para avistar petroglifos y ruinas de la región.
Para quienes disfrutan de la tranquilidad y de deleitar los sentidos se deben probar las delicias que se preparan en Zimapán, desde los platillos hasta los dulces locales. Si aún se busca saciar algún antojo, en la cercanía se encuentra Villa de la Encarnación, famosa por sus vinos y ates.