Ubicado en el Parque Nacional Cumbres de Monterrey, es formado por las aguas que bajan por las estibaciones de la Sierra Madre Oriental, para finalmente convertirse en una preciosa caída de 27 metros, con la forma de una cola de caballo, de donde proviene su nombre. El lugar está rodeado de exuberante vegetación y cuenta con una escalinata que permite observar la cascada desde distintos ángulos. Si quieres seguir en la onda de los caballos, en el lugar puedes rentar un manso equino para conocer el paraje como si estuvieras en pleno siglo XIX. También puedes alquilar cuatrimotos y bicicletas de montaña. El área de la cascada Cola de Caballo es usada por lugareños y turistas para disfrutar de días de campo y entretenimientos al aire libre.

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