Las aguas de la corriente que discurre entre un paisaje rocoso conformado por piedras basálticas, provienen de la cercana Presa de Nadó. El salto La Concepción puede ser apreciado en toda su belleza en época de aguas altas, con la cascada formando una densa cortina de 25 metros de altura. Las paredes rocosas son aptas para la práctica de deportes de aventura como el rapel, existiendo ya más de cien rutas trazadas para el descenso. Muchos rapelistas utilizan el sitio para acampar.

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