La victoria de la fe está representada en el templo misional de Concá, el más pequeño de los cinco pero también el más mestizo por su ornamentación de grandes flores y follajes y lo tosco de sus figuras, muestra de la técnica de los artistas indígenas. En su fachada se encuentran las imágenes de San Francisco de Asís, San Antonio de Padua, San Fernando Rey y San Roque, que ilustran la lucha contra la herejía que culmina con San Miguel Arcángel venciendo a la idolatría, encadenada para simbolizar la victoria del bien sobre el mal.

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