La primera misión franciscana en Guerrero, Coahuila, fue la de San Juan Bautista, trasladada el 1 de enero de 1700 desde el Río de Sabinas, cerca de Lampazos, Nuevo León, donde había sido fundada el 24 de junio, día del santo, en el año 1699. En 1740, la misión fue movida a un sitio al oeste del presidio, siendo emplazada en la cumbre de una colina cercana al poblado. Tras ser abandonada, la misión empezó a ser demolida, principalmente como fuente de materiales de construcción para edificar casas y ranchos. En los años 1970 el predio fue limpiado, quedando al descubierto algunas huellas arquitectónicas que han permitido a los especialistas establecer cómo estaba formada la desaparecida misión.

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