Al igual que sucedió en la mayor parte del norte de México, los primeros pobladores pertenecían a violentas etnias nómadas y seminómadas que dejaron poco o ningún rastro de su existencia a la llegada de los conquistadores. Entre los grupos más importantes que habitaron la región de lo que hoy es el estado mexicano de Chihuahua, están los tarahumaras, tepehuanes, tubas, jumiles, pimas, conchos, salineros, guarijios y chisos. El sitio arqueológico de Paquimé y el de las 40 Casas, son de los pocos vestigios que quedan de algunas de estas culturas y suponen el legado prehispánico más importante del norte del país.
En 1824, se convierte en estado de la Federación Mexicana, y se promulga su primera constitución local el 7 de diciembre de 1825. Durante la Revolución Mexicana, Chihuahua contribuyó a la causa del pueblo con dos de los grandes líderes revolucionarios, Francisco Villa y Pascual Orozco. El primer levantamiento armado por esta causa sucedió en la población de Cuchillo Parado el 14 de noviembre de 1910.