Tierra del mezcal, de la Guelaguetza y de una mágica y pródiga gastronomía, Oaxaca se ubica al sur de la república mexicana y colinda con guerrero, puebla, Veracruz y Chiapas, y tiene un bello litoral en el pacífico, que cuenta con las playas de Huatulco. Su paisaje ofrece contrastes naturales que le dan un atractivo singular. Está rodeado por la sierra madre oriental, que da lugar al nudo mixteco, y la sierra madre del sur. Los valles centrales se forman por una depresión entre estas cadenas montañosas. Los climas son variados: tropical al norte de la sierra de Oaxaca; estepario seco en el valle y en Yautepec; seco desértico en la cañada, y templado en la mixteca.
En el territorio que hoy ocupa Oaxaca, se desarrollaron dos de las grandes culturas del México prehispánico: la zapoteca, con centro en Monte Albán, y la mixteca, cuya capital fue Mitla. Con la conquista, el territorio se dividió entre las capitales del valle y del istmo. Oaxaca, capital del estado, es una de las ciudades más bellas del país; resguarda magníficos templos y edificios civiles, y en sus alrededores conviven pueblos de artesanos, celosos de sus tradiciones y de sus maravillosos atractivos naturales. En sus costas se hallan algunas de las playas más exóticas del pacífico mexicano, como Huatulco y zipolite.